Un reciente estudio del Ipsos Populism Report 2025, basado en encuestas a más de 23 000 adultos en 31 países, revela un preocupante desencanto social en España. El 72 % de los españoles opina que «los políticos no se preocupan por personas como yo», un aumento de ocho puntos respecto a 2023. Este dato refleja una desconexión profunda entre la ciudadanía y las élites políticas.
Una sociedad percibida como “rota” y en “declive”
El estudio indica además que más de la mitad de los españoles ven su país como una sociedad rota (55 %) y en declive (57 %). No obstante, la sensación varía mucho según la afiliación política:
- El 84 % de los votantes de VOX opina que España está rota.
- El 37 % de simpatizantes del PSOE comparte esa percepción.
Este polarizado pesimismo distingue a España de otros países europeos como Francia o Italia, donde estas percepciones se distribuyen de forma más homogénea.
Desconfianza extendida
A esta visión negativa se suman otros indicadores de desafección:
- El 68 % afirma que “los expertos no comprenden la vida de gente como yo”.
- El 64 % cree que la economía está estructurada para favorecer a los ricos.
El informe sitúa a España en 60 puntos en el Índice de Ruptura Social de Ipsos, casi al mismo nivel que Estados Unidos, y solo ligeramente por debajo de Reino Unido (66), Hungría (63) o Italia (62) .
Actitudes hacia la inmigración y la identidad nacional
Precisamente, en temas como inmigración e identidad nacional, España destaca por su visión más moderada:
- Solo un 33 % considera que limitar la inmigración haría al país más fuerte, frente al 48 % en Hungría o el 45 % en Alemania.
- Entre los votantes de VOX, esa cifra sube al 71 %, mientras que el electorado general mantiene posiciones más abiertas.
- Para el 86 % de la población, ser un “español de verdad” implica mérito personal, respeto a la igualdad (85 %) y el uso del idioma común (84 %).
Estas cifras matizan la narrativa populista contra la inmigración, mostrando un electorado español más pragmático.
Apetito por liderazgo fuerte, pero también por referéndums
La encuesta expone profundas paradojas:
- Un 33 % reclama líderes dispuestos a “romper las reglas”.
- Al mismo tiempo, un 65 % apoya la democracia directa mediante referéndums.
- Además, mientras el 52 % rechaza subir impuestos, se mantiene el deseo de mayor gasto público, con prioridades que varían según el perfil ideológico
Implicaciones clave para el contexto español
- Polarización ideológica: los sentimientos de desasosiego están fuertemente relacionados con la filiación política.
- Desafección general: la ciudadanía explora alternativos políticos y formatos de gobernanza más directos.
- Oportunidad para la reforma democrática: los líderes podrían captar confianza si responden a demandas reales y propuestas creíbles.
- Gestión económica sensible: el rechazo al incremento fiscal unido a la exigencia de “pan para hoy” obliga a equilibrios complejos.
En resumen, España vive una tensión palpable: una sociedad que siente que sus élites no la representan, pero que aún no ha adoptado medidas populistas extremas. Ese equilibrio, entre demanda de cambio y resistencia al riesgo, define el escenario político nacional actual.
